Tenemos claro que, hoy en día, algunas de las competencias más demandadas en el mercado laboral son el trabajo en equipo, el liderazgo o la capacidad de negociación. Pero ¿sabes cuál es el denominador común en todas ellas? La empatía. Sin empatía todas esas habilidades se convierten en un hito casi imposible.

Aunque tenemos muy claro que la empatía es básica en las relaciones interpersonales, no estamos acostumbrados a darle la misma importancia en el ámbito laboral. Pero la empatía es una habilidad social fundamental para mantener buenas relaciones en el trabajo y para crear un ambiente positivo y colaborativo. Nos permite establecer relaciones más fuertes y significativas con el resto del equipo. Gracias a la empatía, podemos entender mejor el punto de vista de los demás y trabajar juntos hacia un objetivo común. Esto fomenta la colaboración, la confianza y la lealtad en el equipo.

Los beneficios que aporta la empatía en el trabajo

Como ves, la empatía aplicada al entorno laboral puede tener múltiples beneficios. De todos ellos, destacamos los siguientes:

Minimización de conflictos

Establecer unas relaciones laborales en las que se escuche y entienda a las diferentes partes teniendo en cuenta sus opiniones y puntos de vista hace que sea más sencillo llegar a acuerdos y evitar que se generen conflictos. Además, este tipo de relaciones son recibidas de manera muy positiva, al contrario que imponer una solución de manera unilateral por parte de la figura líder.

Favorece la cultura de equipo

La empatía en el trabajo hace que tratemos de entender a los demás, dándoles el apoyo necesario para avanzar, lo que refuerza la confianza y fortalece las relaciones, mejorando así la productividad. La empatía promueve la confianza y el espíritu de equipo. Cuando las personas se sienten escuchadas y respetadas, responden de la misma forma. Además, son más propensas a participar e involucrarse en su trabajo.

Comunicación fluida

Un entorno laboral cargado de empatía se percibe como un espacio seguro en el que el/la trabajador/a puede sentirse escuchado, comprendido y respetado, lo que hace que se sienta más cómodo para expresas sus pensamientos y opiniones. De esta manera, las relaciones son más sinceras, ya que no existe el miedo a ser juzgados. Lo que, a su vez, propiciará una comunicación más fluida.

Energía positiva y sintonía emocional 

Al ser empáticos, conseguiremos contagiar al resto del equipo gracias a las neuronas espejo, lo que propiciará un ambiente laboral más agradable y positivo.

Estimula el pensamiento creativo 

Cuando existe un entorno laboral con comunicación fluida en el que se comparte las ideas, la rueda de la innovación empieza a girar. Esto permite desarrollar soluciones más creativas.

Como ves, la empatía juega un papel fundamental en el desarrollo de buenas relaciones laborales. Aunque la empatía no solo es beneficiosa para las relaciones laborales internas de la empresa, sino que también lo es para las relaciones externas con clientes y con proveedores.  Una empresa que ha desarrollado sus habilidades empáticas puede anticipar los deseos y necesidades de sus clientes. Es capaz de responder a sus inquietudes y transmitir confianza en la empresa.

Ejemplos de empatía laboral

Ahora que ya hemos hecho un repaso a los principales beneficios que la empatía puede aportar en el entorno laboral, veamos unos ejemplos para que quede más claro:

  • A nivel interno: el ejemplo más sencillo y evidente quizás sea el trabajo en equipo. Cuando trabajamos en equipo, no pensamos en nosotros como individuos, sino que entendemos el equipo como un sujeto. Esto hace que tengamos que colaborar los unos con los otros para conseguir los objetivos comunes. Esto requiere de empatía para generar una comunicación fluida, ayudar a los demás con la carga de trabajo, mejorar el ambiente y, en definitiva, ir a una.
  • A nivel jerárquico: es evidente que un buen líder aplicará la empatía a la hora de liderar. Un liderazgo empático es capaz de fomentar un ambiente de confianza recíproca entre su figura y su equipo, aportando resultados muy positivos. Por un lado, el equipo sentirá confianza para aportar ideas que enriquecerán al departamento (y a la compañía) y para comunicarse siempre de manera abierta, lo que evita conflictos. Además, todo ello contribuye a generar un ambiente agradable y un sentimiento de equipo.
  • A nivel externo: como te decía, la empatía no solo es clave para el funcionamiento óptimo de la empresa a nivel interno, sino que aplicar la empatía laboral en la atención al cliente es muy positiva. Esta fomenta la percepción positiva de la marca, puede crear un sentimiento de pertinencia con su comunidad y hasta puede ser un elemento diferenciador frente a la competencia. No centres tu estrategia en tu empresa y piensa más en cómo tu empresa puede ayudar a los demás. Con este simple cambio de perspectiva, la respuesta por parte de los clientes dará un salto significativo.

Cómo desarrollar la empatía en el ámbito laboral

Como otras habilidades sociales, la empatía puede ser innata, pero también puede ser desarrollada. Por eso, a continuación, quiero mostrarte algunas cosas que deberías tener en cuenta para trabajarla.

Para empezar, ten claro, que la empatía depende de tres elementos claves:

  • La capacidad de escuchar a los demás
  • La capacidad de abrirse y ser honesto con los demás
  • La habilidad para entender los pensamientos, sentimientos y experiencias de otros

Sabiendo esto, las claves para ser más empático son:

  • Escucha y observa

Resulta imprescindible escuchar y observar a los diferentes perfiles de las personas que forman parte de tu equipo. Busca interactuar con los demás sin perjuicios y estimula diálogos que demuestren un interés verdadero en percibirlos en su totalidad.

  • Intenta siempre ser agradable

Procura comprender lo que es importante para la otra persona y esfuérzate por ser agradable. Lo importante es que la situación sea buena para ambos. Un consejo para lograrlo: evita opinar si no te lo piden expresamente.

  • Conecta  

Entiende lo que la otra persona busca y cuáles son sus necesidades. De esta manera, ayudarás a que se pueda expresar de manera más asertiva. Para poder lograrlo, deberás conocer y entender antes tus emociones, ya que esto te permitirá conectar más fácilmente con las de los demás.

  • Mantén tu autocontrol

Realiza un esfuerzo por colocarte en el lugar de las otras personas para comprenderlas. Así, en este entrenamiento de convivencia positiva, serás capaz de lidiar incluso con las personas más explosivas, y lo que es mejor: sin perder el autocontrol. Enfócate en entender al otro sin juzgarlo.

  • Confía

La confianza es la clave para que tenga lugar el proceso de empatía. Confiar en ti mismo y en la otra persona es fundamental para establecer una conexión.

En definitiva, se trata de entender que las empresas están formadas por personas y que, por lo tanto, debemos poner el foco en estas y en las relaciones personales para construir un equipo y una compañía fuerte. Y, para lograrlo, la empatía es fundamental.