Las habilidades sociales son el último componente de la inteligencia emocional según Daniel Goleman. En el trabajo, contar con estas habilidades sociales en las personas que forman tu equipo lo convierten en un gran activo para tu empresa. En este artículo analizamos cuáles son las habilidades sociales más importantes en el trabajo y cómo potenciarlas.

¿Qué son las habilidades sociales?

Entendemos las habilidades sociales como el conjunto de capacidades que nos permiten dar respuestas adecuadas al entorno y relacionarnos mejor con las personas que nos rodean. Es decir, son aquellos comportamientos eficientes en situaciones de interacción social. Contar con dichas habilidades nos da seguridad y satisfacción, lo cual repercutirá directamente en nuestra autoestima.

Como supondrás, estas habilidades sociales también se hacen necesarias y son de suma importancia en el ámbito laboral. De hecho, son estas competencias las que garantizan un clima de trabajo óptimo. Gracias a ellas, se evitan muchos conflictos, que afectan de manera negativa en el ambiente y en la productividad del equipo. Esto, a su vez, repercute en las vías de comunicación internas de la empresa, ya que los miembros del equipo estarán más comprometidos y la información fluirá sin dificultades.

Por lo tanto, cualquier persona que posea habilidades sociales se convertirá en un valioso activo para la compañía.

De entre todas las habilidades sociales existentes, hay unas que consideramos que son muy relevantes e importantes en el entorno laboral.

¿Qué 3 habilidades sociales aportarán más valor a tu trabajo?

Todas las habilidades sociales suman siempre, pero creemos que hay 3 que sobresalen por encima del resto y que pueden marcar la diferencia. Estas son:

La empatía

La empatía es una de las habilidades más valoradas, hoy en día, tanto en el ámbito profesional como en otras esferas de la vida. Gracias a esta capacidad, las personas pueden ponerse en el lugar del otro y saber lo que siente o incluso lo que puede estar pensando. Por eso, es muy importante para poder entender a los demás sin que tengan que expresarse. Y puede servir tanto a la hora de relacionarte con tus compañeros/as como para el trato con los clientes.

Esta habilidad favorecerá el trato interpersonal y, por lo tanto, la relación entre las personas implicadas en la actividad comercial de la empresa.

La escucha activa

Existe una gran diferencia entre oír y escuchar. Saber escuchar es muy importante para comunicarnos correctamente con los demás. Aunque no nos demos cuenta, a veces, pasamos más tiempo pendientes de lo que nosotros pensamos y de lo que nosotros decimos en vez de escuchar activamente al otro.

Escuchar de manera activa no es solo escuchar las palabras, sino que también es ser conscientes del lenguaje no verbal y de las emociones que la otra persona transmite junto a las palabras.

Si cuentas con esta habilidad, te será mucho más fácil entender a la otra persona y exponer tu opinión e ideas de una manera más efectiva. Un grupo de trabajadores/as que sabe escucharse de manera activa va a lograr coordinarse de una manera más eficiente, lo que hará que consiga un nivel de operatividad y productividad muy satisfactorio para la empresa.

Además, la escucha activa será de gran ayuda para desarrollar la negociación, la otra habilidad clave en el trabajo.

La habilidad de negociación

Saber negociar es una competencia muy necesaria para evitarnos conflictos y evitar problemas surgidos de la incapacidad de no saber defender tus intereses. Una persona con dotes de negociación y de persuasión será muy valiosa para la empresa y no solo para tratar con clientes, sino también para tratar con otros miembros del equipo.

En el ámbito laboral, la negociación es imprescindible para lograr objetivos, así como para mejorar las relaciones con los demás.

mejores habilidades sociales en el trabajo

¿Qué otras habilidades sociales son interesantes para el trabajo?

Respeto

Es fundamental para cualquier tipo de relación social exitosa. Si muestras respeto por las ideas, creencias u opiniones de los demás, estos estarán más dispuestos a comunicarse.

Asertividad

Una persona asertiva expresa su opinión de manera apropiada y defiende su punto de vista, siempre respetando la opinión de los demás. Por lo tanto, es una habilidad clave para comunicarse de manera eficiente con el resto de personas, pero también para tu propio bienestar.

Trabajo en equipo

Esta habilidad es la que te permite trabajar con el resto de tus compañeros/as con un carácter proactivo y abierto. Es una de las habilidades más valoradas en un trabajador, ya que siempre tendrás que colaborar con más personas para lograr los objetivos de la empresa.

Esta aptitud permitirá que el proceso de socialización en la empresa sea más exitoso y está directamente ligada a la empatía.

Validación emocional

Se trata del entendimiento y expresión de la aceptación de la experiencia emocional de la otra persona, lo que provoca que el interlocutor se sienta comprendido y reconocido. Y cuando alguien siente que está siendo entendido, se abrirá más y será capaz de expresar sus sentimientos y pensamientos con más facilidad.

Paciencia

Es una de las grandes virtudes sociales que puedes poseer, ya que si no la tienes, cualquier cosa puede resultar molesta y convertirse en un problema. La paciencia proporciona tranquilidad.

Comprensión

Cuando nos relacionamos, es importante recordar que nadie es perfecto y que, muchas de las cosas que nos tomamos a mal, han estado hechas sin mala intención. Por eso, aceptar los actos de los demás y disculparlos es una habilidad social que puede aportar bienestar y mejor clima laboral.

Positivismo

Ver la vida con optimismo permite afrontar las situaciones problemáticas, los momentos de crisis o los picos de estrés, de una manera mucho más productiva. El enfoque que demos a la vida también influye en la manera en la que nos relacionamos con los demás. Además, el positivismo atrae a otras personas.

Las habilidades sociales se pueden trabajar

Si crees que te faltan habilidades sociales, no desesperes. Puedes desarrollarlas con un poco de esfuerzo. Para lograrlo, lo primero que deberás hacer es analizar cuáles son esas habilidades que te faltan o que puedes mejorar. Una vez tengas tu objetivo definido, trabaja en él. Fíjate bien en lo que haces de manera incorrecta en tu día a día y ve corrigiéndolo poco a poco. Márcate pequeños hitos que te ayuden a conseguirlo.

Para empezar a mejorar tus habilidades sociales, intenta comunicarte activamente con todos tus compañeros/as.

Por otro lado, debes evitar la crítica no constructiva, ya que este tipo de comportamiento solo genera malestar a todo el grupo y un mal ambiente de trabajo. cámbiala por feedback constructivo Tampoco estará de más ofrecer ayuda cuando creas que puede ser valiosa, porque esto genera confianza y empatía entre los miembros de un equipo.

Y, por último, no olvides participar en las actividades fuera de la oficina, ya que son oportunidades perfectas para estrechar lazos.

Estas son algunas acciones que puedes empezar a poner en práctica desde ya para desarrollar tus habilidades sociales, pero también existen formaciones específicas para ello. Te animo a que explores y valores todas las opciones.