Trabajo híbrido

En 2020 la palabra “teletrabajo” estuvo en boca de todos, debido a que esta fue la modalidad de trabajo que adoptaron la mayoría de empresas para sobrevivir a la pandemia que acababa de llegar en nuestras vidas. Ya en 2021, con la vuelta a la nueva normalidad, se hacía inimaginable volver a las oficinas de la misma manera que lo hacíamos antes de la pandemia. Por eso, empezamos a hablar de otras modalidades de trabajo y presencialidad, entre las que destaca el trabajo híbrido.

Por su nombre, ya es fácil deducir que consiste en un modelo de trabajo que combina dos modalidades: el trabajo de manera presencial con el trabajo en remoto o teletrabajo. Esta combinación puede presentarse en diferentes proporciones (50-50, 70-30, 90-10) y en diferentes formas. Todo dependerá de las particularidades de cada empresa y del rol de cada trabajador/a dentro de ella. En Grup Montaner impulsamos la participación y opinión de todos los empleados/as de la compañía para diseñar e implementar el modelo que seguimos implementando en 2022.

Algunas compañías priorizan el trabajo presencial en las oficinas y, otras, todo lo contrario. Como con todo en esta vida, hay muchas variables a tener en consideración. Aún así, podríamos incluso decir que se trata de un modelo en fase de prueba, ya que aún estamos tanteando qué aspectos funcionan y cuáles no, dado el poco tiempo que lleva vigente.

Lo que está claro es que, hoy en día, tenemos tanto personas a favor de mantener el trabajo a distancia, como personas que necesitan pasar más tiempo con sus equipos o que se encuentran más cómodos acudiendo a las oficinas. Por eso, se hace inevitable intentar encontrar un equilibro entre las dos opiniones. Equilibrio que podemos encontrar en el trabajo híbrido.

 

Pero, ¿por qué no ha surgido antes este tipo de modelo de trabajo?

Para entender el porqué de esta nueva manera de trabajar tenemos que tener en cuenta varios aspectos.

Por un lado, la adaptación de este modelo supone un coste elevado para las empresas. Hablamos tanto de coste económico, como de coste de recursos administrativos para adaptar todos los protocolos de comunicación y de trabajo.

Es decir, antes de la llegada del Covid-19, optar por un modelo híbrido, aún conociendo sus ventajas, suponía un esfuerzo que pocas compañías estaban dispuestas a hacer o podían permitírselo.

Pero todo esto dejó de tener importancia cuando en 2020 llegó la pandemia y éstas se vieron forzadas a innovar. Es decir, la implementación de este sistema de trabajo se vio acelerada por una causa de fuerza mayor. Pero era un destino inevitable, dada la popularización del trabajo en remoto y el avance de las nuevas tecnologías en los últimos años.

Aún así, todo empezó con el trabajo 100% remoto, y de una manera un poco caótica, ya que era algo muy nuevo para todos y difícil de gestionar. Por eso, el trabajo híbrido surge como respuesta a una cierta vuelta a la normalidad y una intención de mejorar los inconvenientes que pueda tener el teletrabajo.

Otro aspecto que ha propiciado el desarrollo de esta metodología de trabajo es la entrada al mundo laboral de la llamada “generación Z”. Las formas tradicionales de trabajo no responden con la forma en la que estos nativos digitales se vinculan entre sí y con su entorno. Por eso, el trabajo híbrido aparece como una buena oportunidad para integrar a las nuevas generaciones dentro del actual mercado laboral.

 

Oportunidades que brinda el modelo de trabajo híbrido frente al teletrabajo

Con todo este tiempo de prueba, ya se ha demostrado que los/as trabajadores/as suelen ser más eficientes fuera de un espacio laboral tradicional. Aún así, la gran desventaja del modelo de trabajo 100% a distancia sigue siendo el aspecto social. Cuando los/as empleados/as no pueden tener las típicas interacciones sociales que se desarrollan en su puesto, la función vincular se pierde. Y, en consecuencia, las dinámicas internas y el buen ambiente se ven perjudicados, así como también puede sufrir alteraciones la cultura de la empresa.

El trabajar junto a otros/as compañeros/as desarrolla la creatividad y genera lazos de confianza, que son vitales para el buen funcionamiento del trabajo en equipo.

Otra de las grandes desventajas del trabajo 100% remoto es el de la dificultad por encontrar un equilibrio entre la vida personal y laboral, sobre todo por la dificultad de separar ambos ámbitos. Esto, a su vez, puede derivar en estrés laboral y burnout o “síndrome del trabajador quemado”. Como decíamos, el trabajo híbrido nace para solventar estos problemas del sistema de trabajo 100% en remoto. De hecho, en Grup Montaner, evaluamos cada año mediante una encuesta a todos/as los empleados/as en esta modalidad la satisfacción con este modelo mixto, y es de un 89%. Puedes conocer más acerca de nuestro modelo en este post.

 

Teletrabajo vs. trabajo híbrido

Para comprender bien en qué consisten las mejoras que brinda esta modalidad frente al teletrabajo es necesario poner sobre la mesa cómo se da la gestión de diferentes aspectos bajo una y otra metodología.

 

Comunicaciones

En el trabajo en remoto suele existir un consenso y una única vía de comunicación común para todos los miembros del equipo, dado que todos se encuentran en las mismas circunstancias. Pero se han de establecer bien las prioridades y los canales.

Cuando hablamos de trabajo híbrido las posibilidades se amplían. Se hace necesario crear políticas para garantizar la buena comunicación entre todas las partes y asegurarnos de que hay igualdad de condiciones para comunicarse. Este es probablemente uno de los mayores desafíos del trabajo híbrido. Por eso, es importante prestarle especial atención. Porque si logramos crear un buen protocolo de comunicación, estableciendo lo que se hace presencialmente y lo que no, los resultados pueden ser muy enriquecedores para los/as empleados/as y la empresa.

En nuestro caso, por ejemplo, como herramienta en remoto usamos de forma oficial el programa Teams de Microsoft. Aunque también se han delimitado bien en qué casos es mejor un chat, una videollamada o reunión, o un email. De este modo, todos seguimos la misma política. Y tras estos dos años de aprendizaje y mejora, podemos decir que, ¡funciona!  

 

Eficiencia 

Si bien es verdad que la productividad del teletrabajo ha sido demostrada en muchos casos, no todos los/as empleados/as pueden lograrlo. Siempre dependerá del grado de adaptación de cada persona a este tipo de trabajo, ya que son muchos los que no son capaces de concentrarse en el mismo espacio en el que tienen que descansar o en el que están con su familia. Además, no todo el mundo cuenta con las herramientas tecnológicas o de espacio suficientes para tener un lugar adecuado para teletrabajar.

En contra, el trabajo híbrido permite a los/as trabajadores/as escoger la manera en la que se sienten más cómodos trabajando, repartiendo tareas entre ambas modalidades, proporcionándoles todas las facilidades y asegurando así una mayor eficiencia.

Por eso, desde Grup Montaner se permite el teletrabajo incluso desde otros sitios que no sean el hogar del propio trabajador/a, y también trabajar desde la oficina los días que se quiera sin problema. Además, al aplicar de forma oficial este modelo, también ofreció a los trabajadores/as el material de oficina (mesa, silla, portátil, reposapiés, etc) y ayudas económicas para poder adaptar de la mejor forma su espacio de trabajo.

 

Instalaciones 

Si bien es verdad que cuando se desarrolla el trabajo de una manera 100% remota, el coste en infraestructura se reduce mucho, también puede suponer contraproducente para cumplir con las normas de seguridad laboral e higiene, ya que la empresa no controla los espacios en los que sus empleados/as desarrollan sus tareas.

Con el modelo híbrido, las empresas pueden seguir ahorrando en costes de infraestructura, pero dando la posibilidad a aquellos trabajadores/as que no cuentan con espacios adecuados en casa de poder desarrollar su trabajo en el lugar destinado para tal fin.

En conclusión, la idea del trabajo híbrido es juntar los aspectos que funcionan de trabajar presencialmente y los que funcionan del trabajo en remoto para lograr una fusión perfecta que cree un equipo más satisfecho y eficiente. Es decir, se trata de una realidad que logra conciliar las comodidades y deseos de los/as trabajadores/as con las necesidades de productividad y realización de tareas de las empresas.