En un mundo cambiante como el actual, la metología agile puede ayudarnos a ajustar la forma de trabajar en nuestra empresa. En este artículo descubrimos qué es la metodología agile, sus beneficios y claves para ponerla en marcha.

Vivimos en un mundo de cambios constantes. Cambios que afectan a todos los niveles, siendo el mundo empresarial uno de los entornos más afectados. Las organizaciones debemos estar al día, debemos preparar nuestra cultura y estructuras para afrontar los cambios imprevistos sin que nuestro propósito de empresa y objetivo de negocio se vean afectados.

Hace dos años la pandemia nos puso a prueba y este 2022, la nueva Reforma Laboral, por ejemplo, ha vuelto a testar nuestra capacidad de adaptación como empresa, a nivel organizativo, contractual y humano.

Hay diversas metodologías que pueden ayudarnos a las empresas a ajustar nuestra forma de trabajar los proyectos y el propio día a día. Una de ellas es la metodología Agile, que empieza a ganar terreno en las organizaciones, a todos los niveles. Esta metodología, que puede llegar a entenderse como una ‘filosofía del trabajo’, es interesante aplicarla al liderazgo de equipos y de proyectos, no sólo a la forma de producir.

Pero antes de entrar en materia…

¿Qué es la metodología Agile?

La metodología Agile nace hacia el año 2001, cuando varios desarrolladores de software de Estados Unidos crearon el manifiesto por el desarrollo ágil del software. Fue una respuesta natural a un mundo que cambia rápidamente. En este caso, se evidenciaba además la ineficiencia del modelo tradicional de trabajo en cascada, caracterizado por un flujo secuencial, ser muy jerárquico, lento y rígido.

La metodología Agile viene a ser una fórmula para el desarrollo y manejo de proyectos, caracterizada por ser flexible y de respuesta rápida a todos los posibles cambios e imprevistos. No se trata de una metodología estática, sino que a medida que se va avanzando en el plan, este se adapta y se modifica según las necesidades de cada momento.

Por lo tanto, es una metodología enfocada desde el primer momento a lograr objetivos y mejorar resultados.

Metodología tradicional vs. Metodología Agile

Con las metodologías tradicionales no es fácil adaptarse a los cambios y encontrar soluciones rápidas a los imprevistos. De hecho, un imprevisto supone un gasto de tiempo extra para arreglarlo. En cambio, con la metodología Agile esto no ocurre, por lo que es idónea para proyectos flexibles.

Con esta metodología no se planifica ni diseña un proyecto a mucho tiempo vista por adelantado, sino que este va evolucionando a base de ir avanzando y recopilando resultados y retroalimentación.

¿Cómo se trabaja con metodología Agile?

La Metología Agile trabaja por períodos, llamados sprints, de unas 2 o 3 semanas. Durante estos sprints, a cada miembro del equipo se le asignan unas tareas específicas. Y, al finalizar el período, se entregan resultados y se inicia de nuevo el proceso a partir de estos. Es decir, se hacen los cambios y ajustes necesarios según las necesidades de ese momento. Es el mítico ejemplo de ‘no comerse un elefante entero, si no a trozos’: analogías carnívoras aparte, se centra en trabajar cada proyecto en pequeños segmentos o mini proyectos, antes de llegar a completar la foto entera.

Si te suena bien todo lo que estás leyendo y quieres saber cómo empezar a usar esta metodología en tu organización, te doy algunas pinceladas a continuación.

Claves para aplicar la metodología Agile en tu organización

Antes de ver las claves que debes tener en cuenta como líder para aplicar la metodología Agile, vamos a ver los principios en los que se basa ésta:

  1. Los individuos y las interacciones están por encima de los procesos y las herramientas.
  2. Reaccionar al cambio estará por encima de seguir un plan.
  3. Mantener una constante comunicación entre los miembros del equipo es básico para lograr objetivos.

Y, ¿cómo lograr que estos principios siempre estén presentes? A continuación, algunas claves:

  • Crear equipos multidisciplinares y talentosos con cierta autonomía. Es decir, crear equipos de alto rendimiento.
  • Al configurar tu equipo, ten en cuenta sus roles y perfiles. No es lo mismo tener a muchos perfiles implementadores, que a muchos analistas, pero poco impulsores, etc. Aquí te recomiendo una lectura interesante sobre cómo configurar tus equipos en torno a la metodología Belbin.
  • Preparar a dichos equipos para posibles cambios e imprevistos. De nuevo, insisto en que a los equipos se les debe dar cierta autonomía y libertad para asegurar su eficacia.
  • Debe existir una comunicación fluida. Por ello, es aconsejable realizar reuniones cortas diarias, de unos 15-20 minutos. De esta manera, podremos comprobar el estado de las tareas y ver si es necesario realizar algún ajuste. Estas reuniones ayudarán a ahorrar tiempo, aunque pueda parecer lo contrario.
  • Como líder, deberás priorizar la motivación del equipo, la confianza en todos sus miembros y proporcionarles los recursos que necesiten para llevar a cabo sus tareas.
  • Los procesos deben ser sostenibles, tanto en cuanto a recursos materiales, como en la gestión y el ritmo del trabajo.
  • Recuerda que para una metodología Agile eficaz debe prevalecer la simplicidad siempre que puedas. Esto incluye dejar de lado procesos burocráticos o supervisión innecesaria (de nuevo, volvemos a la necesidad de dar autonomía a tu equipo).
  • Persigue la mejora continua, poniendo valor y énfasis en la formación de tu equipo para que esté preparado.
  • Dedica tiempo a la reflexión, ya que esto te permitirá prever situaciones futuras y ahorrar tiempo.

Un factor importante para implementar una metodología Agile es el liderazgo, otro la buena gestión del cambio de cultura empresarial. La figura líder debe saber dialogar y motivar a los equipos para vencer sus posibles reticencias y convencerlos de los beneficios para involucrarlos en el cambio.

Ahora ya tienes un poco más claro cómo implementar esta metodología en el liderazgo de equipos. Por lo tanto, es momento de hablar de los beneficios de la Metodología Agile.

metodologia agile liderazgo equipos

Los beneficios de la metodología Agile para tu empresa

Con todo lo que te he ido contando a lo largo de este post, ya habrás podido deducir los beneficios que puede aportar esta metodología a tu empresa, pero vamos a hacer un pequeño resumen de estos.

Versatilidad a diferentes equipos, proyectos o sectores

Es una metodología aplicable a cualquier nivel, ya que su objetivo principal es obtener resultados tangibles y hacerlo de la manera más ágil posible.

Flexibilidad

Ya hemos visto que es el beneficio principal y, de hecho, el objetivo principal de la metodología; adaptarse a todos los cambios e imprevistos.

Transparencia

Debido a la comunicación constante y fluida entre todas las partes intervinientes.

En definitiva, la metodología Agile es mucho más que una metodología de trabajo, se trata de un conjunto de valores y principios a seguir para evitar no saber cómo hacer frente a los imprevistos.

Además, te permite mantener la dirección de un equipo o proyecto, pero sin caer en la rigidez de las metodologías tradicionales.

Y, como has podido observar, implementar una metodología (y cultura) Agile requiere de preparación, reflexión y mucha persistencia. Además, necesitarás crear un liderazgo cercano, asentado en las personas y en su desarrollo.

Si quieres saber más sobre este tipo de metodología y cómo implementarla en tu organización, no dudes en ponerte en contacto con nosotros, estaremos encantados de guiarte en el proceso.