MARCAR LA DIFERENCIA EN LOS  PROCESOS DE SELECCIÓN

 

Uno de los aspectos más importantes en un proceso de selección es conocer muy bien al cliente, saber y entender bien qué es lo que quiere, qué necesita. Esto que parece sencillo,  no lo es. Y es clave en el proceso de selección. Muchas veces, como nos pasa a todos, y a las empresas también, lo que el cliente quiere y lo que realmente necesita no es lo mismo, por aquello de que “los árboles no te dejan ver el bosque”.

La misión de un buen profesional en el campo de la selección es, precisamente, averiguar lo que tiene que buscar,  saber hacer un perfil del candidato lo más realista posible. Averiguar todo aquello relacionado con el puesto y las expectativas de nuestro cliente.

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Una vez sabemos lo que buscamos nos será más fácil encontrarlo. Con el “sombrero” de nuestro cliente puesto, pensaremos, analizaremos y valoraremos a los candidatos desde una perspectiva con alto valor añadido.

Cualquier nuevo puesto de trabajo requiere toda nuestra atención, todos somos importantes en la empresa, todos ayudamos, contribuimos y participamos del éxito o del fracaso y es por ello que  no podemos  olvidar el aspecto principal de nuestra tarea: Si conocemos muy bien a nuestro cliente, podremos darle el servicio que necesita.

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Parece fácil pero no lo es, saber preguntar y saber escuchar las respuestas que nos dan es fundamental para tener éxito y muchas veces tenemos criterios pre-concebidos que nos enmascaran la realidad, es decir, cada empresa, cada empresario y cada sector tienen su propia personalidad, por lo tanto aunque la denominación del puesto pueda ser la misma, el tipo de persona, probablemente, tenga que ser distinta.

 

 

La adecuación/ idoneidad al puesto siempre está por encima de cualquier otra premisa.

Pilar Soldevila – Socia Directora  de Montaner&Asociados

www.montaner.com