RevistaGrupMontaner4

Manuel Teruel,
Presidente de la Cámara de Comercio de Zaragoza

¿Cuáles son los sectores que funcionan actualmente como motores de la economía aragonesa?
Es muy importante el sector industrial, que cada vez está más diversificado y es más internacional. Evidentemente, no podemos competir por precio ni por mano de obra, pero sí por valor añadido, innovación y agresividad comercial. Otro sector que está cogiendo fuerza es el
agroalimentario, que es importante en un territorio tan dispar como el aragonés porque favorece que la gente se apegue a la tierra. En cuanto a servicios, la Expo nos ha aportado una nueva ciudad y un turismo interior reforzado con polos de atracción como la nieve y la Feria de Zaragoza, que funciona durante más de 250 días al año y que es el elemento que capta más pernoctaciones en la ciudad.

En el contexto económico actual, ¿cómo ve al tejido empresarial aragonés?
Se trata de un tejido muy sólido y muy sensible a las necesidades de la nueva economía. Muchas de nuestras empresas cuentan con diversas certificaciones de calidad o medioambientales, como la ISO 9000, la ISO 14.000 o el EFQM de excelencia empresarial. Estoy convencido de que en el nuevo ciclo, tras la crisis, serán muy importante las empresas con talento y muy cualificadas.

¿Cómo deben las empresas afrontar este momento de cambio?
Hay algo que aprendí en Cuba y que los que viajamos mucho a la isla por trabajo lo escuchamos a menudo, y es que “hay que subsistir para sobrevivir”. En un contexto de crisis financiera internacional, difícilmente vamos a encontrar soluciones particulares a nuestros problemas. Lo que tienen que hacer las empresas en este momento es adaptarse a la nueva situación porque es una etapa que nadie tiene capacidad de controlar.

¿Cuáles creen que serán las claves para lograr esta supervivencia y qué medidas se están tomando en este sentido desde la Cámara?
El modelo económico que habíamos tenido hasta ahora ya se había agotado y los empresarios tienen que empezar a “cambiar el chip” y pensar que una parte importante de sus ventas vendrá a través de la internacionalización. No hablo sólo de exportar, sino de la importación de algunos componentes. Lo importante es el valor añadido que le den a sus productos y que el beneficio se quede aquí. Estamos en un mundo globalizado y no vamos a competir por precio, pero sí por tecnología, talento e innovación. Desde la Cámara aconsejamos, asesoramos y ayudamos a las empresas con planes de formación, de cualificación… Otra de nuestras labores es, además, la
concienciación del empresario. Hoy tan sólo exportan el 15% de nuestras empresas, pero la globalización nos obliga a ser conscientes de que nuestros competidores pueden estar en cualquier sitio. Hoy el innovador ya no tiene tanta ventaja sobre el imitador, porque en poco tiempo la competencia ya saca algo parecido. También es esencial aumentar el componente tecnológico. En definitiva, debemos reforzar esa cultura e incentivar una generación de emprendedores que creen empresas con más tecnología, más valor añadido y una visión comercial internacional.

¿Qué oportunidades ve para la economía y las empresas aragonesas de cara a los próximos años?
Creo sinceramente que en el futuro seremos el eje de centralidad de todo el valle del Ebro y de 20 millones de españoles, ya que el 60% del PIB y de la población española se encuentra a 300 kilómetros de Zaragoza y somos una ciudad sin rivalidades, que se lleva bien con el resto de las comunidades.

Háblenos del empresario aragonés. ¿Cómo lo definiría?
En mi opinión, no es diferente al resto de los empresarios. Un empresario es una persona con la inquietud y el arrojo de arriesgar su patrimonio, su tiempo… no sólo con la finalidad de ganar dinero, sino por el empleo y por la estabilidad que aporta. El que sólo piense en ganar dinero –que son muy pocos– no es un empresario en su pleno concepto.

¿Qué labor desarrolla la Cámara para fomentar la formaciónen las empresas?
Hacemos mucho hincapié en todo lo relacionado con el comercio exterior y nos volcamos mucho en la formación de los emprendedores. Lo que más falta en nuestra sociedad son personas con capacidad de gestión y valentía para arriesgar e invertir, por eso nos centramos mucho en dar la formación teórica o técnica que a veces les falta a personas con perfil emprendedor. La mayor parte de las empresas
mueren en el cambio generacional, porque el empresario se ha dedicado a desarrollar la empresa y ha querido que sus hijos estudien, pero no los ha capacitado para seguir con el negocio. También en este sentido realizamos mucha formación. Y nos preocupa mucho en estos momentos de crisis el desempleo de directivos mayores de 50 años, cuya experiencia es importantísima, porque han
vivido otros ciclos económicos. Hay que reubicar a estas personas porque serán esenciales
en la salida de la crisis.

Acaban ustedes de lanzar una plataforma de formación online. ¿Cómo ha sido recibida? Se ha recibido bien, aunque es aún muy reciente. Las plataformas online van a ser la clave para resolver de forma económica muchas de las necesidades de las empresas. Es una herramienta que vamos a potenciar mucho y que es ideal para Aragón, donde la densidad de población fuera de Zaragoza es muy baja., porque nos permitirá dar los mismos servicios que en la capital en cualquier
lugar.

Desde su experiencia personal y profesional, ¿qué características cree que tiene el directivo de hoy?
Nuestras universidades no suelen formar en habilidades para gestionar o gerenciarque debería es hacer hombres y mujeres plurales, flexibles, gente más universal, que esté dispuesta a trasladarse si es necesario para desarrollar su actividad. Falta capacidad para readaptarse, para ajustarse a los cambios laborales, a nuevos entornos… Mientras no lo consigamos, vamos a ser universitarios de segunda, porque competimos con universitarios que son mucho más universales.

Tras casi medio año desde la finalización de la Expo, ¿qué valoración hacen de los efectos que ésta ha tenido en la economía aragonesa?
El primero es que ha dilatado la situación de crisis respecto al resto de España. En segundo lugar, se han creado unas infraestructuras que nos permitirán partir de un mejor posicionamiento cuando salgamos de la crisis. Hoy, además, tenemos mejores comunicaciones, como el AVE. También, gracias a la Expo, se ha producido un aumento importante del turismo, un cambio tecnológico, un cambio
de imagen… Pero el “fenómeno Expo” se verá mejor cuando se acabe este ciclo económico.

¿Qué consejo le da a quien quiere emprender?
Que no tenga miedo al fracaso, que la vida es muy larga y se puede empezar muchas veces.

¿Y qué error le regala?
No tanto un error mío, sino un error de fondo que observo en la juventud y en la sociedad actual. Hoy los jóvenes están protegidos durante demasiado tiempo y eso les hace muy duro el salto al mercado laboral. Deberían ser más reflexivos y pensar en el día de mañana antes de acabar sus estudios. Los créditos universitarios no se pueden limitar a completar un ciclo, sino a ir orientándose hacia su profesión. El “¿ahora qué hago?” hay que pensarlo mucho antes de acabar los estudios.