Hasta hace pocos años, las empresas no solían preguntarse cómo motivar a su personal porque no conocían el valor de impulsar la satisfacción laboral de las personas. Por suerte, hoy en día, ya es bien sabido que contar con un equipo motivado tiene beneficios para ambas partes. Poco a poco, también nos hemos ido dando cuenta que la remuneración económica es importante, y siempre lo será, pero qué no es, ni debe ser, la única fuente de motivación.

De hecho, existen múltiples maneras de asegurar un equipo motivado y, por lo tanto, comprometido con su labor, en concreto, existen 6 técnicas para motivar a tus empleados. Pero antes de verlas, hablemos de la importancia y los beneficios que suponen tener a los/las empleados/as motivados/as.

La importancia de contar con un equipo motivado

La motivación es lo que permite que todos los miembros de un equipo sigan luchando día a día para alcanzar los objetivos de la empresa. Es decir, sin motivación, existe una mayor probabilidad de que los/as trabajadores/as rindan menos y quieran renunciar, lo que, a su vez, conlleva más rotación de personal y un descenso de la productividad considerable.

De hecho, se ha demostrado que un bajo rendimiento está directamente vinculado con la desmotivación de la persona. Pero es que la motivación no solo es básica para un rendimiento adecuado de los/las trabajadores/as, sino que también es necesaria para asegurar un buen crecimiento de la empresa.

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Entonces queda claro que motivar a los empleados/as es positivo, pero… ¿qué es lo que aporta una persona motivada en su trabajo?

Como venía diciendo, los/las empleados/as que están motivados son capaces de rendir mucho más porque se sienten más felices en su puesto de trabajo, por lo tanto, las tareas las desempeñan con mayor eficacia.

Pero es que, además:

  • Las personas motivadas son más creativas e innovadoras
  • Una mayor motivación se traduce a un mayor compromiso con la empresa
  • Mejora el ambiente de trabajo
  • Se reducen las tasas de absentismo
  • Se reduce el número de accidentes laborales y posibles burnouts. Es decir, favorece una buena salud mental
  • Favorece la fidelización del talento
  • Todo lo anterior permite lograr una mejor imagen de empresa

Y… ¿Qué debes tener en cuenta para asegurar la motivación de tus empleados/as?

Antes que nada, déjame contarte que existen dos tipos principales de motivación:

  1. Por un lado, está la motivación intrínseca, que es aquella que viene dada por el simple hecho de realizar cierta acción
  2. Por otro lado, la extrínseca, que es la que se da cuando el factor motivante es lo que se obtiene a cambio de realizar cierta acción

Por lo tanto, podemos motivar a las personas tanto con las tareas/proyectos que se les asignan, como con los beneficios y la compensación que obtienen si realizan su labor.

Pero, además, también es necesario que sepas que la motivación depende directamente de que la persona tenga satisfechas sus necesidades básicas, las que tenemos por el simple hecho de ser seres humanos.

Según Abraham Maslow, un psicólogo humanista que creó la teoría de la pirámide de necesidades existe una jerarquía de las necesidades humanas. Maslow defendía que, según se satisfacen las necesidades más básicas, se van desarrollando nuevas necesidades y, con estas, la motivación para llevar a cabo las acciones para satisfacerlas.

Te cuento esto para que entiendas que, si un/a trabajador/a no tiene resueltas sus necesidades básicas, de nada servirá intentar motivarlo con otros métodos. Por lo tanto, lo primero será asegurarse de que dichas necesidades están satisfechas.

Así pues, en la base de la pirámide tendríamos las necesidades más fundamentales, es decir, las fisiológicas (alimentación, salud, descanso, etc.). En la siguiente, la seguridad (estabilidad, evitar riesgos, vivienda, etc.). Por encima, estarían las necesidades sociales (compañerismo, amistad, aceptación, integración en equipos de trabajo, etc.) y las de estima (reconocimiento, responsabilidad, respeto, éxito, etc.). Y, por último, estarían las necesidades de autorrealización (trascender, independencia, competencia, oportunidades, etc.).

Un ejemplo sencillo: si un/a trabajador/a no ha comido en horas o está descansando menos, será difícil que mantenga la motivación para acabar sus tareas. Quizás lo hará por responsabilidad, pero no lo estará haciendo con todo su potencial.

Por lo tanto, cuanto más puedas cubrir, a nivel profesional estas necesidades, más fácil será mantener a tu equipo motivado.

Y, ahora sí, a continuación, te enumero 6 técnicas para motivar a tus empleados/as en tu empresa:

1. Asignar correctamente los puestos de trabajo y las tareas a desarrollar

Es importante que el trabajo que realice una persona vaya en concordancia con sus conocimientos, experiencia y competencias profesionales. Si desarrolla labores que están por debajo de sus capacidades puede llegar a sentirse poco valorado. En el caso contrario, si desempeña su labor en un puesto para el cual no está capacitado, terminará por frustrarse. Lo ideal, es que cada cual haga aquello para lo que está preparado ya que en caso contrario podría aparecer la desmotivación.

2. Dar las herramientas necesarias para cumplir con los objetivos/las tareas

Si una persona considera que no se le proporcionan todas las herramientas necesarias para desarrollar su labor, puede frustrarse fácilmente. En cambio, sentir que tu empresa te respalda y te proporciona cuánto necesitas, te permite trabajar mejor.

3. Dejar claro qué es lo que esperas de cada persona y reconocer el trabajo bien hecho

Cuando tenemos claro lo que se espera de nosotros, nos sentimos más motivados para afrontar los retos. En cambio, cuando no entendemos nuestro papel o no conocemos los objetivos de nuestro trabajo, nos sentimos perdidos y desmotivados.

De igual manera, si has dejado claras las tareas y estas se realizan correctamente, lo mejor será reconocerlo y comunicarlo a la persona. Sentirse valorado es un aspecto fundamental para asegurar la motivación.

4. Practica la escucha activa y trata con respeto a las personas de tu equipo

Haz saber a tu personal que estás ahí para todas las dudas o necesidades que les puedan surgir. Planifica reuniones periódicas para mantener a tu equipo informado, pero también para que los miembros de este puedan expresarse. De igual manera, mantén tu “puerta siempre abierta” y cuando acudan a ti, hazles saber que su opinión importa.

5. Deja autonomía

Si ya has definido las tareas y los objetivos, asegúrate de dejar la autonomía necesaria a tus trabajadores/as para que lo hagan a su manera. Esto hará que se sientan valorados.

6. Ofrece oportunidades de crecimiento y actividades extralaborales

No hay nada que mate más la motivación que la monotonía y el estancamiento laboral. Por eso, asegúrate de que las personas de tu organización puedan seguir desarrollándose y puedan crecer profesionalmente. Además, en su día a día, intenta amenizar la jornada laboral con actividades de team building.

Así pues, conseguir un equipo motivado requiere de esfuerzo, constancia y ganas, pero es un reto que vale mucho la pena asumir.